El aporte judío en
la lengua y la literatura españolas Por Dr. Mario E. Cohen Este
ensayo será sólo un pequeño recorrido por los títulos de los temas que se abren,
a cada paso, cuando comenzamos a indagar en el tema. No hay aspecto de la
cultura intelectual española en que los judíos no hayan dejado su impronta,
en el transcurso de una decena de siglos de vida en la Península. Los
aspectos más destacables que enumeramos, se refieren a la influencia en la
formación de la lengua castellana y en la literatura, pero no son de
despreciar los avances pergeñados por el judaísmo español en las más diversas
ramas del saber (matemáticas, cartografía, astronomía, etc.), que se
traslucen hasta hoy, tanto en la cotidianidad del idioma como en la
aplicación científica general. Los
judíos, forjadores de la lengua castellana Decía
el escritor mexicano Carlos Fuentes en la inauguración del III Congreso
Internacional de la Lengua Española: “Somos lo que somos y hablamos lo que
hablamos, porque los sabios judíos de la Corte de Alfonso El Sabio impusieron
el castellano, lengua del pueblo, en vez del latín, lengua de la clerecía, a
la redacción de la historia y las leyes de Castilla. Con cuánta emoción,
majestades, señoras y señores, asistimos en 1990 a la entrega de los Premios
Príncipe de Asturias en Oviedo, cuando el príncipe Felipe les abrió los
brazos a las comunidades judías de la vieja España para recibirlas. Dijo Don
Felipe: con una gran emoción y el espíritu de concordia de la España de hoy”. En
su obra España en su historia (1), Américo Castro señala que “lo único que
ahora interesa es dejar bien en claro que el castellano comenzó a servir de
instrumento de alta cultura gracias a los judíos que rodeaban a Alfonso X y
fomentaron sus curiosidades afinadísimas; dos siglos más tarde, la situación
sigue siendo la misma, pues son los judíos y no los cristianos quienes usan
la lengua vulgar para el comentario de las Escrituras, la prosa filosófica y
los estudios astronómicos”. Los
judíos usaron la lengua vulgar (castellano en formación) porque el idioma
latín era usado por la Iglesia y el idioma árabe ya había dejado de ser la
lengua culta del mundo cultural. De
esta manera, el castellano fue el primer idioma europeo, amén del latín, en
usarse en textos seculares de filosofía, historia y derecho. Algunos
consideraron a Iehudá Haleví como el primer autor de versos en romance (el
idioma español de entonces). Pero correspondió a Sem Tob, un judío de Carrión
de las Condes (Palencia) escribir el primer libro en poesía lírica en español
durante el siglo XIV. Se trata de los llamados Proverbios Morales. Un
ejemplo del mismo: Cuando
se seca la rosa que ya su sazón sale, Queda
el agua olorosa, rosada, que más vale. En
otro fragmento nos dice que todo tiene su contradictorio. Se trata de un
texto que tiene seis siglos y medio y está escrito en lenguaje de la época. Non
ay syn noche día, Nin
segar syn sembrar, Nin
sin caliente fría, Nin
reyr sin llorar Nin
ay syn después luego, Nin
tarde syn ayna, Nin
ay fumo syn fuego, Nin
syn somas Farina. Nin
ganar syn perder, Nin
syn baxar altesa: Salvo
en Dios poder No
lo hay sin flaquesa Después
de Sem Tob le siguieron muchos otros en y fuera de España. Un ejemplo de esta
expansión de judíos en poesía en lengua española la da tres siglos después
Daniel Levy de Barrios, cuando en Ámsterdam escribía a su gran patria
Montilla: Verde
estrella del cielo cordobés, agrado de Marte, Corte
de los famosos descendientes del Alonso del sol cumbre, Murió
matando mahometanas gentes. Este
es sólo uno de los tantos poetas y escritores sefarditas que siguieron
escribiendo en español, fuera de España. Un
caso especial digno de mencionarse es el de los escritores judíos de
Ámsterdam, que competían con los peninsulares durante el Siglo de Oro, tema
muy estudiado por Fernando Díaz Esteban. Desde
el punto de vista cultural, los sefarditas pusieron en Europa el germen para
el renacimiento de la cultural gentil. Muy
importante fue el papel desempeñado por los judíos en el comercio y en las
finanzas. Muchos de los proyectos de los reyes se financiaron a través de
financistas judíos, inclusive la Guerra de Granada, que dio por finalizado el
poder musulmán en España. La poesía,
regalo de Sefarad a la humanidad A
pesar de la falta de un vocabulario bíblico original, los poetas hebreos de
Sefarad encontraron la forma de escribir poemas en idioma hebreo, utilizando
la métrica árabe, lo cual llevó a un desarrollo simultáneo de la gramática
hebrea. Respecto
a la poesía señala el profesor Pérez Castro que mientras los géneros
literarios hebreos en la antigüedad giraban en torno al eje religioso, los
poetas hispano- hebreos “rebasan el marco puramente religioso: la filosofía,
las ciencias, el interés por la naturaleza, la apreciación de la belleza del
mundo y del hombre, la valoración de las emociones humanas en la poesía
litúrgica y secular, el interés por la posible armonización de lo religioso
con lo supra-racional, con lo científico o meramente racional, y tantos y
tantos otros. (...) Fueron estos hombres abiertos a todas las posibilidades
que el ser humano ofrece, anticipándose en varios siglos a lo que después
habría de significar el Humanismo, con mayúscula”. Con
relación al campo de la convivencia, transcribiré dos opiniones de escritores
musulmanes referidas a personajes judíos de la época. El gran historiador
árabe Ben Hayyan dice, respecto de Shamuel Ha Naguid: “¡Qué hombre
extraordinario! Escribía en las dos lenguas (árabe y hebreo); había estudiado
la literatura de las dos naciones; había primado en los primores de la lengua
arábiga y se había familiarizado con los escritos de los gramáticos más
sutiles. En síntesis, habría podido creerse que sus cartas estaban escritas por
un buen musulmán, ni más ni menos. En
las matemáticas y en la lógica poseía conocimientos suficientes; pero era
superior en la dialéctica, en este terreno vencía siempre a sus adversarios.
No obstante la vivacidad de su espíritu, hablaba poco y pensaba mucho. Reunió
una hermosa biblioteca”. (2) Dijo
el poeta Al Said ibn Surat al Mulk, del filósofo y médico Maimónides: El
arte de Galeno cura los cuerpos, Más
Abu Imram sana los cuerpos y las almas: Su
ciencia puede quitar el mal de la ignorancia. Si la
luna se sometiera a su arte, El
la libraría de sus manchas durante el plenilunio. Podría
despojarla de sus defectos periódicos, Y de
su palidez en la época de conjunción. Las
obras médicas de Maimónides, resultado de la pluma de uno de los precursores
en medicina preventiva y psicosomática, titulada Los aforismos y comentarios
a los aforismos de Hipócrates, en versión árabe y latina fueron, durante
siglos, material de referencia obligado en la formación de los profesionales
médicos. Los
conversos sefardíes en la literatura española Otro
de los capítulos interesantes se refiere al aporte de los sefarditas ya
convertidos al catolicismo a la literatura española. Señala
Américo Castro que las obras satíricas del siglo XV suelen atribuirse a
conversos y cita a varios de ellos: Juan de Mena, Hernando el Pulgar, Rodrigo
de Cota, Antón de Montoro. Y señala la posibilidad de autores conversos para
“El lazarillo de Tormes” y “La Celestina”. En
las últimas décadas se ha encontrado el origen judío o converso de decenas de
hombres clave de la literatura española de los siglos XVI y XVII. Estas
investigaciones se contraponen con las realizadas hasta el siglo XIX en que
el encontrar genealogías judías, constituían un oprobio para las familias
sospechadas. Hoy,
por curiosidad científica (y a veces por cierto sentimiento de culpa) se
están investigando los orígenes de muchos nombres de primera línea como
conversos o descendientes de tales: Citaremos
sólo alguno de los más resonantes: .
Miguel de Cervantes .
Fernando de Rojas, autor de La Celestina .
Santa Teresa de Avila .
San Juan de la Cruz .
Antonio de Nebrija .
Fray Luis de León .
Francisco de Vittoria .
Baltazar Gracián .
Luis Vives Estas
peculiaridades judeoconversas en la literatura del Siglo de Oro han sido ya
bastante estudiadas por Américo Castro y especialmente por Francisco Márquez
Villanueva y Alfred Sircroff. Escribe
Juan Goytisolo (El País, 1999): “El pesimismo radical de Fernando de Rojas y
Mateo Alemán, la ironía de Cervantes, la amarga imprecación de Fray Luis de
León, son manifestaciones distintas de una estrategia personal de desengaño,
resistencia o huida y coincide con la idea de que a los conversos se le debe
el movimiento central del Siglo de Oro de la literatura española”. Los
sefarditas llevaron las lenguas ibéricas a todos los continentes conocidos en
aquella época. Hacia fines del siglo XVI, en todos los continentes se hablaba
español: gracias a los castellanos en la Península Ibérica y América y en los
restantes gracias a los sefarditas Otro
capítulo importante es el papel que desempañaron los expulsados como
creadores de las primeras imprentas, tanto en el continente africano como en
el asiático, adelantándose dos siglos a la aparición de la primera imprenta
turca. Pare
cerrar definitivamente este tema, debemos señalar que no entraremos al tema
de la influencia del canto sinagogal sobre el flamenco ya que es un tema
controversial. De todas maneras, varias autores lo han señalado. (1)
Losada, Buenos Aires, 1948. También Editorial Crítica. Barcelona, 2000. (2)
Citado por Suárez Fernández, Luis. Judíos españoles en la Edad Media; Rialp:
Madrid; 1988; pág. 85. (3)Americo
Castro. Op. Cit., pág. 539. (Fragmentos de
la conferencia que ofreció el doctor Mario Eduardo Cohen, presidente del CIDICSEF,
www.cidicsef.org.ar, en la Real Academia de la Historia de Madrid Publicado en Aurora -Israel,
09/12/2010 |